2.3.
Tres faltas de ortografía
Nota: 7
El barbecho fue eliminado gradualmente y sustituido por la rotación de cultivos (plantas forrajeras, maíz, patatas, nabos, lúpulos, etc.), que, intercalados con los cereales tradicionales, regeneraban la tierra, evitando así tener que dejarla uno o dos años sin sembrar. Además, se seleccionaron semillas, se ampliaron las superficies cultivadas mediante el drenaje de zonas húmedas y la reducción de algunas zonas de bosque, a la vez que se intensificaba la especialización ganadera y la producción de carne y leche {Doc.3}.
La tecnología agrícola se trasformó lentamente:desde el arado, mejorado en su forma y con un uso más adecuado del hierro, hasta los herrajes de los caballos y los primeros modelos sembradoras (en torno a 1730) o trilladoras mecánicas (hacia 1780). Todos estos cambios explican que la productividad del trabajo agrícola aumentara en un 90% entre 1700 y 1800.
La producción de excedentes permitió exportar cereales, junto con otros productos agrarios y ganaderos, a mercados especializados, así como alimentar a unas poblaciones urbanas cada vez más numerosas.
Las transformaciones en la estructura de la propiedad no fueron menos intensas. Al proceso de concentración de la propiedad contribuyeron las llamadas Leyes de Cercamiento (Enclosure Acts). El Parlamento, a instancias de los grandes propietarios, establecía "la división, el reparto y el cercamiento de los campos, praderas y dehesas abiertas y comunes, y de las tierras baldías y comunes" situados en cada parroquia. En 1750, la mitad de Gran Bretaña tenía sus campos cercados, y entre 1760 y 1820 se promulgaron 1800 Enclousure Acts, que supusieron la reorganización de la propiedad de más de tres millones de hectáreas.
Los perjudicado por estos cambios fueron los campesinos, sobre todo jornaleros y pequeños propietarios. Los primeros no podían competir con las máquinas y se quedaban sin trabajo o con salarios muy bajos, que ni siquiera cubrían la subsistencia: los pequeños propietarios no disponían de capital para cercar sus campos; la mayoría tuvo que vender sus tierras a los grandes propietarios y emigrar a los nuevos barrios industriales de los centros urbanos.
Las transformaciones agrarias contribuyeron de tres formas a que se hiciera realidad la primera industrialización británica: alimentando a una población creciente, incluida la de los nuevos centros industriales; permitiendo un aumento de la capacidad de demanda y el poder de compra de los nuevos productos industriales; y, por último, suministrando parte del capital necesario para financiar la industrialización y para mantenerla en marcha
2.3. El papel del comercio internacional
Al constante crecimiento de la demanda interior se añadió la demanda exterior de la Europa continental y de sus posesiones de ultramar, en la que el imperio británico tenía una posición privilegiada. Gran Bretaña ya exportaba tejidos de lana a precios más bajos que el resto de los países manufactureros, que producían estos bienes con el trabajo de los artesanos urbanos agrupados en gremios. La exportación de ejidos aumentó notablemente y, hacia 1750, las tres cuartas partes de las mercancías salidas de los puertos británicos se dirigían a los puertos europeos. Otro lugar de exportación era América, en especial, las colonias norteamericanas: el 87% de todo lo que estas importaban procedía de la metrópoli ingles. Las relaciones comerciales con las colonias son otra clave del desarrollo económico británico. Las compañías comerciales inglesas compraban productos tropicales (especias, té, café, tabaco, etc.), que reexportaban a otros países europeos.
Los excedentes laneros no eran muy apropiados como moneda de cambio entre países calurosos. Por esta razón, en la segunda mitad del XVIII, el sector textil británico comenzó a producir tejidos de algodón, que se vendían....
CONTINUA PAGINA 48.
Nota: 7
El barbecho fue eliminado gradualmente y sustituido por la rotación de cultivos (plantas forrajeras, maíz, patatas, nabos, lúpulos, etc.), que, intercalados con los cereales tradicionales, regeneraban la tierra, evitando así tener que dejarla uno o dos años sin sembrar. Además, se seleccionaron semillas, se ampliaron las superficies cultivadas mediante el drenaje de zonas húmedas y la reducción de algunas zonas de bosque, a la vez que se intensificaba la especialización ganadera y la producción de carne y leche {Doc.3}.
La tecnología agrícola se trasformó lentamente:desde el arado, mejorado en su forma y con un uso más adecuado del hierro, hasta los herrajes de los caballos y los primeros modelos sembradoras (en torno a 1730) o trilladoras mecánicas (hacia 1780). Todos estos cambios explican que la productividad del trabajo agrícola aumentara en un 90% entre 1700 y 1800.
La producción de excedentes permitió exportar cereales, junto con otros productos agrarios y ganaderos, a mercados especializados, así como alimentar a unas poblaciones urbanas cada vez más numerosas.
Las transformaciones en la estructura de la propiedad no fueron menos intensas. Al proceso de concentración de la propiedad contribuyeron las llamadas Leyes de Cercamiento (Enclosure Acts). El Parlamento, a instancias de los grandes propietarios, establecía "la división, el reparto y el cercamiento de los campos, praderas y dehesas abiertas y comunes, y de las tierras baldías y comunes" situados en cada parroquia. En 1750, la mitad de Gran Bretaña tenía sus campos cercados, y entre 1760 y 1820 se promulgaron 1800 Enclousure Acts, que supusieron la reorganización de la propiedad de más de tres millones de hectáreas.
Los perjudicado por estos cambios fueron los campesinos, sobre todo jornaleros y pequeños propietarios. Los primeros no podían competir con las máquinas y se quedaban sin trabajo o con salarios muy bajos, que ni siquiera cubrían la subsistencia: los pequeños propietarios no disponían de capital para cercar sus campos; la mayoría tuvo que vender sus tierras a los grandes propietarios y emigrar a los nuevos barrios industriales de los centros urbanos.
Las transformaciones agrarias contribuyeron de tres formas a que se hiciera realidad la primera industrialización británica: alimentando a una población creciente, incluida la de los nuevos centros industriales; permitiendo un aumento de la capacidad de demanda y el poder de compra de los nuevos productos industriales; y, por último, suministrando parte del capital necesario para financiar la industrialización y para mantenerla en marcha
2.3. El papel del comercio internacional
Al constante crecimiento de la demanda interior se añadió la demanda exterior de la Europa continental y de sus posesiones de ultramar, en la que el imperio británico tenía una posición privilegiada. Gran Bretaña ya exportaba tejidos de lana a precios más bajos que el resto de los países manufactureros, que producían estos bienes con el trabajo de los artesanos urbanos agrupados en gremios. La exportación de ejidos aumentó notablemente y, hacia 1750, las tres cuartas partes de las mercancías salidas de los puertos británicos se dirigían a los puertos europeos. Otro lugar de exportación era América, en especial, las colonias norteamericanas: el 87% de todo lo que estas importaban procedía de la metrópoli ingles. Las relaciones comerciales con las colonias son otra clave del desarrollo económico británico. Las compañías comerciales inglesas compraban productos tropicales (especias, té, café, tabaco, etc.), que reexportaban a otros países europeos.
Los excedentes laneros no eran muy apropiados como moneda de cambio entre países calurosos. Por esta razón, en la segunda mitad del XVIII, el sector textil británico comenzó a producir tejidos de algodón, que se vendían....
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