Falta el título de la entrada
Una falta de ortografía
Nota: 8
4. LA CRISIS DE FIN DE SIGLO
Desde la mortífera agresión de Prusia contra Francia en 1871, se abrió la competencia por el dominio del mundo, y Alemania y EEUU amenazaban el predominio de Gran Bretaña. Las potencias comenzaron una carrera de armamentos sin freno y concluyeron alianzas militares a la espera de un próximo conflicto. Barrió Europa una oleada de patriotería que no acabó hasta que los desastrosos efectos de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) dejaron en evidencia la verdadera naturaleza de aquel enfrentamiento. (DOCUMENTO 16)
Además la ampliación del sufragio, proporcionaba muchas preocupaciones a los poderosos y a los intelectuales: ¿se vendría abajo el orden social con la llegada de los <<desarrapados>> a los parlamentos?
En resumen, a finales de siglo se habían difuminado el triunfalismo y la seguridad. La filosofía, la ciencia, la pintura, la arquitectura, la literatura, todo parecía evolucionar en direcciones nuevas e imprevistas. La cultura europea temblaba, se resquebrajaba y por todas sus brechas entraban innovaciones que serían el punto de partida del siglo xx.
DOCUMENTO 16
Postal patriótica difundida en Inglaterra en los años
anteriores a la Primera Guerra Mundial. En esta época, los
políticos británicos, ante la amenaza alemana, perdían que
se aumentaran los gastos de armamento.
4.1. Nace la cultura de masas
Los setenta fueron años de cambio. Había un nuevo público para el arte, que durante siglos había estado reservado a salones, palacios e iglesias. Los burgueses cultos se convirtieron en consumidores del arte, frecuentaban los salones de arte (exposiciones abiertas al público) como el Salón de París. Se multiplicaban los museos de artes plásticas.
Los artistas ya no vivían sólo de encargos del Estado, de los príncipes, de los nobles y de los altos clérigos, ahora los burgueses ricos querían comprar cuadros de pintores famosos para adornar con ellos sus salones, o contratar músicos con el fin de organizar conciertos privados para la buena sociedad.
Exhibir un vivo interés por la cultura resultaba imprescindible para ser aceptado en los círculos de los más ricos y poderosos y tener oportunidad de emparentar con ellos. (DOCUMENTO 17)
La cultura y el arte se democratizaron, los demócratas, los republicanos y hasta los socialistas, al mismo tiempo que reivindicaban el sufragio universal, hacían lo propio con el acceso a la cultura. Se publicó todo el saber <<de Homero a Ibsen y de Platón a Darwin>> en ediciones baratas, al alcance incluso de modesto poder adquisitivo de los obreros, que también podían decorar sus casas gracias a los procedimientos de reproducción artística en serie, como litografías, grabados, etc.; de este modo se hizo posible que en todos los hogares pudiera haber cromos y estampas enmarcados y colgados en las paredes. La cultura había pasado definitivamente al mercado, y ahora sus productos se compraban y se vendían.
DOCUMENTO 17
La asistencia al teatro, la ópera y las fiestas privadas servía también para que los jóvenes de
<<buena familia>> se conocieran entre sí y pudieran surgir compromisos matrimoniales, ya
fueran por amor o, las más de las veces, por conveniencia. Por su parte, los artistas e
intelectuales viajaban con frecuencia por el ancho mundo abierto por el mercado europeo y así
entraban en contacto con otras culturas. Mientras, la cultura campesina tradicional iba cayendo
en desuso y desacreditándose al mismo ritmo que los campesinos emigraban a las ciudades.
Antonio Martínez Hidalgo 4º C
Una falta de ortografía
Nota: 8
4. LA CRISIS DE FIN DE SIGLO
Desde la mortífera agresión de Prusia contra Francia en 1871, se abrió la competencia por el dominio del mundo, y Alemania y EEUU amenazaban el predominio de Gran Bretaña. Las potencias comenzaron una carrera de armamentos sin freno y concluyeron alianzas militares a la espera de un próximo conflicto. Barrió Europa una oleada de patriotería que no acabó hasta que los desastrosos efectos de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) dejaron en evidencia la verdadera naturaleza de aquel enfrentamiento. (DOCUMENTO 16)
Además la ampliación del sufragio, proporcionaba muchas preocupaciones a los poderosos y a los intelectuales: ¿se vendría abajo el orden social con la llegada de los <<desarrapados>> a los parlamentos?
En resumen, a finales de siglo se habían difuminado el triunfalismo y la seguridad. La filosofía, la ciencia, la pintura, la arquitectura, la literatura, todo parecía evolucionar en direcciones nuevas e imprevistas. La cultura europea temblaba, se resquebrajaba y por todas sus brechas entraban innovaciones que serían el punto de partida del siglo xx.
DOCUMENTO 16
Postal patriótica difundida en Inglaterra en los años
anteriores a la Primera Guerra Mundial. En esta época, los
políticos británicos, ante la amenaza alemana, perdían que
se aumentaran los gastos de armamento.
4.1. Nace la cultura de masas
Los setenta fueron años de cambio. Había un nuevo público para el arte, que durante siglos había estado reservado a salones, palacios e iglesias. Los burgueses cultos se convirtieron en consumidores del arte, frecuentaban los salones de arte (exposiciones abiertas al público) como el Salón de París. Se multiplicaban los museos de artes plásticas.
Los artistas ya no vivían sólo de encargos del Estado, de los príncipes, de los nobles y de los altos clérigos, ahora los burgueses ricos querían comprar cuadros de pintores famosos para adornar con ellos sus salones, o contratar músicos con el fin de organizar conciertos privados para la buena sociedad.
Exhibir un vivo interés por la cultura resultaba imprescindible para ser aceptado en los círculos de los más ricos y poderosos y tener oportunidad de emparentar con ellos. (DOCUMENTO 17)
La cultura y el arte se democratizaron, los demócratas, los republicanos y hasta los socialistas, al mismo tiempo que reivindicaban el sufragio universal, hacían lo propio con el acceso a la cultura. Se publicó todo el saber <<de Homero a Ibsen y de Platón a Darwin>> en ediciones baratas, al alcance incluso de modesto poder adquisitivo de los obreros, que también podían decorar sus casas gracias a los procedimientos de reproducción artística en serie, como litografías, grabados, etc.; de este modo se hizo posible que en todos los hogares pudiera haber cromos y estampas enmarcados y colgados en las paredes. La cultura había pasado definitivamente al mercado, y ahora sus productos se compraban y se vendían.
DOCUMENTO 17
La asistencia al teatro, la ópera y las fiestas privadas servía también para que los jóvenes de
<<buena familia>> se conocieran entre sí y pudieran surgir compromisos matrimoniales, ya
fueran por amor o, las más de las veces, por conveniencia. Por su parte, los artistas e
intelectuales viajaban con frecuencia por el ancho mundo abierto por el mercado europeo y así
entraban en contacto con otras culturas. Mientras, la cultura campesina tradicional iba cayendo
en desuso y desacreditándose al mismo ritmo que los campesinos emigraban a las ciudades.
Antonio Martínez Hidalgo 4º C
Comentarios
Publicar un comentario