133
Faltaba el título de la entrada. Lo ha tenido que poner el profesor.
A estas alturas todos los estudiantes deberían saber que hay una etiqueta con el nombre y número del autor de la entrada, y OTRA DISTINTA con el título del asunto que trata la entrada. El profesor ha añadido las etiquetas correctas.
Tres faltas de ortografía
Faltan las dos llamadas o notas a pie de página.
Nota final: 3
5.3. El panorama social
Durante el siglo XIX nacieron y se consolidaron en el mundo occidental nuevas diferencias entre las clases sociales. El análisis marxista (ver el tema anterior) distinguía dos clases: proletarios y burgueses, según fueran o no propietarios de los medios de producción, pero la realidad social era mucho más compleja, porque en la nueva sociedad convivían sectores sociales nacidos de la revolución burguesa con otros que eran herencia del Antiguo Régimen.
El resultado fue una estratificación social muy diversificada,cuyas divisiones se basaban en distintos criterios: los ingresos, el lugar donde vivían, el nivel cultural y educativo, las costumbres y estilos de vida, los lugares de sociabilidad, etc. Los diferentes estratos sociales no eran impermeables por completo entre sí, sino que había cierta conexión entre ellos.
A finales de siglo la supremacía de la gran burguesía comenzó a cuestionarse. La democracia abrió el mundo de la política a las pujantes clases medias,a quienes antes les había estado vedado. Por otra parte, el aumento de la combatividad obrera obligó a quienes tenían el poder a hacer concesiones.
Los trabajadores de cuello blanco ansiaban pertenecer a la burguesía e imitaban su estilo de vida, mientras que los profesionales más prestigiosos, los altos ejecutivos asalariados y los funcionarios de alto rango se integraron en las élites sociales.
Cuando hubo pasado el tiempo de las revoluciones, la burguesía triunfante vio cómo, en sus propias filas, se relajaban los valores puritanos del esfuerzo, la sobriedad, la prudencia y la domesticidad. Todos estos valores habían resultado en extremo provechosos para acumular capital y para marcar distancias con la otrora denostada nobleza, pero a fines de siglo esa burguesía era mayoritariamente una <<clase ociosa>> que vivía de las rentas gracias a la fortuna familiar, para la que gastar el dinero era tan importante como ganarlo y que a menudo criticaba los valores originarios. Paradójicamente, esos valores habían sido asimilados por las clases populares.
5.4. La familia
5.4.1. Entre lo público y lo privado
Cómo durante siglos ha venido sucediendo, la familia también era entonces el primer círculo de sociabilidad, donde el individuo organizaba sus referencias tanto psicológicas como sociales. Entonces, como hoy, la familia ejercía importantes funciones económicas, generando recursos, tomando decisiones sobre el consumo o diciendo las formas de transmisión de la riqueza entre generaciones a través de la herencia.
No es de extrañar, por tanto, que que los liberales del siglo XIX, que aspiraban a transformar el mundo, sintieran una honda de preocupación por la familia y que intentaran adaptarla a la nueva sociedad. El individualismo producía desagregación social, y la familia podía proporcionar la cohesión necesaria entre los miembros del grupo, condición indispensable para el mantenimiento del orden y de la libertad.
De esta forma, la familia se convirtió en el enlace entre lo público y lo privado y sería la encargada de que todos los individuos asimilaran las reglas de la sociedad y el respecto al poder establecido. Si el mercado era la mano invisible de la economía, la familia debía ser la...
Comentarios
Publicar un comentario