OBRA 23: El fusilamiento de Torrijos.

El fusilamiento de Torrijos

Nos encontramos ante una obra pictórica del artista Antonio Gisbert. Se trata de un pintor español que desarrolló su labor en la época de transición entre el romanticismo y el realismo y cuya temática es histórica. Esta obra, conservada actualmente en el Museo del Prado de Madrid tiene unas dimensiones de 390 x 601 cm y además, está considerada como una de las grandes obras maestras de la pintura histórica española del siglo XIX. Esta obra pictórica fue encargada por el gobierno de Práxedes Mateo Sagasta, durante la regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena, para que sirviera como símbolo de lucha por la libertad.

Esta obra fue creada en 1888 a la edad de 54 años y de estilo realista. Se puede apreciar que es realista por la manera de ver la realidad.

La obra es policromada por la variación de colores. Ha utilizado una tonalidad oscura y fría acorde a la situación, destacando tonos azules. Destaca los gestos y rostros de los condenados. El fondo no es importante solo se aprecian las montañas, un pequeño pueblo al fondo, una ciudad, y el oleaje.

La zona de la izquierda parece la más humilde. Saben que es su fin, que no van a poder escapar, por eso el segundo joven a la izquierda tiene la mirada perdida, al igual que su compañero detrás de él. El primero a la izquierda observa a los que se abrazan, con un gesto incluso de impaciencia y ganas de terminar cuanto antes con lo que estaba a punto de suceder.



En la zona central se ve que los personajes ya han aceptado su final y se mantienen firmes.



Se puede apreciar el detalle de las manos agarradas. Se ve que los puños apretados transmite fuerza a la composición.



Aquí se puede ver los cuerpos de los primeros fusilados.

 

Un grupo de soldados detrás de las personas que están a punto de ser fusiladas